domingo

hasta que nos profanaron

todo el block el polvo todo el pasado por fin fondeado las estelas de pánico y belleza, ¡curiosidad y cobre! al otro lado nos veremos ¡aguafiestas! las salitas de espera están empapeladas de ojos y entre todos no harán uno!... y a nos me quedan muchas. no son tan vivos ¡no!, ni hay santos en la corte: cuentan cuentan que del polvo al polvo no solamente varias veces.



nadie custodia tu sepulcro;



la seudo se descascaraba con solo verle y dirigía cada segundo de mi muerte, me decía cuando como y donde mirarte y distraídamente programar eclipses y dejarte estrellas amarradas a las patas de la cama, nunca propasarte con voz de natre señalaba. Que poner claveles que borrar nombres que sembrar maleza cambiar fechas ya no daba más con el indecible espectro que me había tocado de contacto. a ud. le aparecían velas como moscas y las placas de favores concedidos le tenían los humos hasta casi casi el cielo ¡persígnate malparido! me exigía desde aquellas hilachas de carne. ud. se creía la muerte y casi lo otro. el plan funcionaba.



nadie custodiaba mi sepulcro;



algún perro por la lucecilla en el pasto, alguna inmobiliaria buscando huesos, las placas tectónicas, las explicaciones vanas que rondan cual torpes guajaches torpes algún algo desenterraría este anteparaíso de cartón con ventanillas y oficinas y lleno de quien es usté y trámites que en mi vida... debíamos contar puntos medallas y costras para sacar numerito “fuimos rebuenos con la niña”, nada, sin contactos el limbo es un tétrico show de tiernas moscas, todos desnudos medio transparentes cargando carpetas y halos confusos. pasajeros de todos los colores en choclones apretujados sonrojados perdiendo puntos por pensar en eso ahí en la turba de roces y disimulos. Ellos nos filman desde dentro. los labios las pestañas los recuerdos juegan en contra. el ambiente es decididamente tenso, inhalar exhalar inhalar. cualquier descuido el fuego eterno. uno aprende a mirar al suelo...



hasta que nos profanaron.



1 comentario:

cabellosdefuego dijo...

¡y yo lo único que quiero es que me profanen!